Por más que aveces cueste admitirlo,creo que muchas veces nos encontramos en ese estado, o, al menos, lo sentimos. Cuándo lloras con el alma y siquiera quien está a tu lado lo nota.. Cuando algo se quiebra en tu interior..cuando las fuerzas se acaban y tu corazón te juega la mala pasada que por Más fuerte,decidida e invencible que te muestres ante los demás no dejas de ser un ser humano de carne y hueso. Con fragilidad, con limites, con necesidades. A veces me pregunto si la necesidad de ver sonreír a los demás es simplemente porque mi sonrisa se apagó, y el ver al otro feliz es el despertar la propia. Si cuando damos, o hacemos el bien es para callar culpas. Si las máscaras de soberbia no son, en realidad, un gran cartel sobre lo poco que creemos en nosotros mismos.
Hoy me siento así..sola, entre un mar de gente.
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